Cada chakra tiene asociada una piedra preciosa. Para el tratamiento con piedras preciosas, selecciona aquella piedra cuyas propiedades específicas consideras que serán más provechosas para ti. Pero también puedes limitarte a seguir tu intuición y elegir una piedra que te atraiga especialmente, pues podría ser que no siempre tengas conciencia de la energía que te falta en un momento determinado.
Preocúpate de que no te molesten durante aproximadamente 30 minutos, y escoge un lugar en el que puedas tumbarte cómodamente.
Puedes apoyar la gemoterapia mediante sonidos y aromas.
Túmbate de espaldas y estira las piernas manteniéndolas separadas. A continuación, coloca las piedras preciosas sobre cada uno de los chakras. El mejor efecto se consigue cuando se colocan directamente sobre la piel desnuda. La piedra para el chakra radical puedes colocarla en el vértice donde se juntan las piernas o directamente en el perineo. Con un calzoncillo ajustado harás que se quede fija. La piedra que hayas elegido para el chakra sacro colócala justo en el límite del vello púbico.
A continuación coloca la piedra para el centro del plexo solar, aproximadamente a dos dedos por encima del ombligo. La piedra preciosa para el chakra cordial debe estar a la altura del corazón en medio del pecho; si quieres, aquí puedes colocar una piedra verde o rosa roja. También para el chakra del cuello puedes utilizar dos piedras, siempre que intuyas que será correcto en tu caso. Si es así, coloca la primera en la oquedad de debajo de la nuez y la segunda en la nuca. La piedra para el tercer ojo se coloca entre las cejas, por encima de la base de la nariz. Finalmente, coloca la piedra preciosa para el chakra coronal directamente sobre tu cabeza: en caso de que tuviera una punta natural, ésta debería estar dirigida hacia tu cabeza.
En cuanto hayas colocado las piedras preciosas en su lugar, vuelve a extender los brazos hacia fuera, relajado, cierra los ojos y contempla interiormente como las energías fluyen hacia ti. Las piedras preciosas ejercen su efecto por sí solas. No es necesario apoyar su efecto mediante las visualizaciones, las afirmaciones o métodos semejantes. Sencillamente, libera tus expectativas e ideas y confía en que todas las experiencias, imágenes y sentimientos que te vengan sean correctos y necesarios para guiarte a una sanación interior. No analices ni enjuicies tus vivencias durante la terapia con piedras preciosas.
La fuerza de las piedras preciosas despierta en ti las fuerzas de auto curación naturales, y esa fuerza sabe cómo puede transportarte hasta la totalidad.
Confíate a su guía y acepta las reacciones curativas y los procesos de purificación y concienciación que se produzcan en ti. No relegues ni reprimas ninguna de tus sensaciones, pero tampoco las fuerces. Tu entendimiento racional limitado no puede hacerlo mejor que el efecto que causa en ti la fuerza curativa natural. Ella encuentra el mejor camino.
Si tienes la sensación de que un chakra determinado necesita especialmente mucha energía o una purificación y armonización a fondo especiales, puedes apoyar el efecto de la piedra preciosa correspondiente mediante cristales de roca. Coloca algunos cristales en torno a la piedra preciosa, de forma que sus puntas se dirijan hacia la piedra. Naturalmente, de esta forma también puedes aportar energías potenciadas a más de un chakra.
Es posible intensificar más el efecto si sostienes en tu mano dos puntas de cristal de roca, con lo cual también incorporarás a la gemoterapia los chakras de la mano.
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