El espacio que nos rodea está lleno de prana, de energía vital universal. De modo que una consecuencia lógica sería aprovechar y utilizar directa y convenientemente estas fuerzas fundamentales, altamente eficaces del cosmos. Existen métodos muy interesantes y efectivos de utilizar estas energías cósmicas para disolver bloqueos y para conseguir un desarrollo integral. Uno de estos métodos se llama «Reiki» . Este método terapéutico natural y de efectos integrales fue redescubierto aproximadamente a mediados del siglo XIX por el japonés doctor Mikao Usui, un monje cristiano que viajó por muchos países de Oriente y de Occidente. Reiki» significa energía vital universal», y es una posibilidad terapéutica mediante la cual podemos transmitir directamente al hombre esta energía fundamental que es eficaz en todo el universo. En el Reiki, el terapeuta únicamente actúa como una especie de catalizador o de canal de paso.
La energía cósmica fluye a través de las manos del terapeuta hasta el interior del paciente, sin necesidad de que añada sus propias energías. En la actualidad, el Reiki es uno de los métodos terapéuticos naturales que más se está expandiendo porque es sencillísimo de practicar y, además, es altamente eficaz. Esto se consigue mediante la consagración o iniciación, en la que se abren los canales de sanación que existen en todas las personas, aun cuando en la mayoría se encuentren obstruidos. Esta energía está dotada de una cierta «inteligencia propia»; es decir, que fluye automáticamente hacia donde es necesaria, y siempre en la dosis correcta. Desde su descubrimiento, el Reiki se ha practicado con éxito en todo el mundo en cientos de miles de casos; y lo han utilizado tanto legos como curanderos y médicos.
En cuanto la energía Reiki fluye de tus manos tienes una posibilidad maravillosa de armonizar de forma duradera tus chakras o los de otra persona. Como los canales curativos por los que fluye la energía Reiki existen de forma natural en todas las personas, esta energía puede fluir en pequeña escala por cualquier persona que haya comenzado a abrirse a las energías superiores, pudiendo transmitirse a través de las manos. Lógicamente, la aplicación práctica del Reiki a los- chakras es muy sencilla: imponemos con toda suavidad nuestras manos sobre cada uno de los centros energéticos y dejamos que la energía Reiki afluya a ellos con su fuerza armonizadora y curativa.
Cada uno de los siete chakras guarda una estrecha interrelación con otro chakra. Como la energía Reiki fluye simultáneamente por ambas manos, no sólo puedes proporcionar energía vital a los chakras, sino que al mismo tiempo puedes compensar los centros energéticos correspondientes, imponiendo una mano a cada uno de los dos chakras relacionados. Una imagen simbólica muy hermosa que transmite de forma muy gráfica la correspondencia entre los chakras es la del candelabro de siete brazos.
Este objeto de culto judío, cuyo origen se remonta al Antiguo Testamento, tiene una profunda significación simbólica, en las ilustraciones las llamas simbolizan los chakras.