Aunque los fármacos son eficaces en curar el dolor, no están exentos de efectos secundarios. Por lo tanto, muchas personas prefieren otras alternativas como masajes terapéuticos, acupuntura, fisioterapia, y el yoga.
Yoga: El yoga ha existido desde hace miles de años. Hoy en día, un gran número de personas toman clases de yoga debido a sus efectos positivos sobre la mente así como el cuerpo. El yoga no tiene efectos secundarios. Las posturas de yoga son simples y estos ejercicios pueden mejorar su vida, así como su salud física y mental. El yoga es beneficioso para las personas de todas las edades. Diferentes asanas o posturas de yoga, proporcionar alivio a las diferentes partes del cuerpo.
El yoga es muy eficaz en el tratamiento de la espondilitis anquilosante. Este ejercicio mente-cuerpo implica meditación, asanas de respiración y algunas posturas físicas.
Hay muchas posturas de Yoga que ayuda en el alivio de las personas relacionadas con rigidez-dolores como Dhanura Asana (postura en la proa), Asana Makara (Fish pose), Asana Bhujanga (Snake Pose), Asana Ardha Matsyendra (torcedura espinal mitad), Kriya Neti y Vajra Asana (postura del diamante). Estas posturas eliminar la rigidez y mejorar la flexibilidad de las articulaciones. También corregir posturas del cuerpo humano. Para la relajación muscular, Pranayama (ejercicios de respiración) es muy eficaz.
Con los ejercicios y meditaciones enseñadas en el yoga, las personas con espondilitis anquilosante se espera mejorar considerablemente su flexibilidad y la respiración. El yoga también va a reponer su cuerpo con la energía que necesita.