La práctica del yoga se ha convertido en muy popular en todo el mundo, incluidos los países occidentales como los Estados Unidos de América. El yoga ha sido fuertemente recomendado por la salud y la de varios expertos en belleza. El yoga se ha incluido como una parte integral de muchos programas de salud, belleza y rehabilitación. Incluso las clases prenatales ahora recomiendan la práctica del Yoga, para reducir el estrés y mejorar la salud de la madre, así como al bebé nonato.
Las prácticas que generalmente se siguen son las técnicas de respiración profunda, meditación, ejercicios de estiramiento y posturas corporales que se han utilizado por siglos para mejorar su bienestar físico, mental, emocional, espiritual y social, incluso. Sin embargo, muchas personas en el oeste son muy interesadas?en conocer acerca de las raíces o los orígenes del yoga. La pregunta que es lo más importante en su mente es «¿Qué dice la Biblia acerca del Yoga?» Algunas de estas personas se han unido Yoga y están practicando en forma regular.
También pueden notar los beneficios para la salud asociados a ella. Sin embargo, es posible que no quieran practicar algo que va en contra de sus creencias religiosas. Ellos temen que pueden estar socavando su propia fe religiosa mediante la práctica de Yoga. La verdad es que la Biblia no menciona nada acerca de la práctica del Yoga.
El yoga no es una religión por sí misma a pesar de que está incluido en muchas de las prácticas religiosas orientales como el hinduismo, el jainismo y el budismo. El yoga es un sistema que enseña a una persona para trabajar de tal manera, con el fin de unirse con Dios. Sin embargo, la Biblia no reconoce el Yoga como una práctica a través del cual el hombre puede llegar a ser uno con Dios. De hecho, la Biblia dice que Dios creó a Adán con el polvo y luego le dio vida, en su nariz, la creación de un ser separado. Según la Biblia, el hombre puede tener una relación con Dios, sin embargo, el hombre no puede trabajar su camino a Dios, porque Dios es el hombre muy por encima.
A causa del pecado original cometido por Adán y Eva, el hombre es eternamente imperfecto, ya que nace en el pecado. Por lo tanto, ya que sólo Dios es sin pecado, el sacrificio perfecto tenía que ser hecho por él. Dios hizo el sacrificio por la redención del hombre, razón por la cual el hombre puede obtener la vida eterna en la presencia de Dios, la muerte, cuando el cuerpo terrenal es derramado para ser sustituido por el cuerpo eterno.
La Biblia dice que después de la muerte, el hombre se da el don de la salvación, que no es algo que se tenga que trabajar para conseguirlo.